Perfeccionismo y exigencia elevada
"Lo perfecto es enemigo de lo bueno. Voltaire". El sentido común en esta cita de Voltaire apunta hacia la incongruencia de la exigencia y del perfeccionismo extremo. Una vez que la perfección no existe más que como un ideal, la sola intención de querer convertir la idea de perfección en realidad de perfección es una trampa. Muchas personas creen que tienen el control de sus vidas controlando todo a su alrededor y se sienten francamente mal si no lo consiguen. Surgen así las ideas y las necesidades rígidas sobre el orden, la limpieza, la higiene, la salud, la seguridad o el control de la vida de los otros que no son próximos. Esto genera sufrimiento en la propia persona que rara vez ve logrado su objetivo y en su circulo de relaciones, que rara vez puede sentir la aceptación de sí sin estas exigencias impuestas por el otro exigente y perfeccionista. Muchas veces la toma de decisión de estas personas se ve afectada, no siendo capaces de asumir el grado de riesgo o de falta de control inherente a cualquier toma de decisión en la que siempre se pierde algo. Otras veces, las personas anteponen sus necesidades rígidas a las necesidades reales de la vida y de los otros, alterando su jerarquía de necesidades y precipitándose en decisiones en las que pierden personas y afectos mucho más importantes que sus manías de control y perfección.